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Comunicado de Prensa
Oficina de Prensa de la CIDH
Washington, DC—En el Día Internacional de la Salud Mental, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) insta a los Estados a avanzar hacia la eliminación de la institucionalización y la medicación forzada de personas con discapacidad. Esta transición debe garantizar el reconocimiento pleno de su capacidad jurídica y su inclusión social en igualdad de condiciones.
Las personas con discapacidad continúan enfrentando violaciones graves de derechos humanos debido a prácticas legales y médicas que perpetúan su segregación. Bajo la apariencia de programas de cuidado o tratamiento, la reclusión en instituciones especializadas ha provocado su separación forzada de la comunidad y limitado el ejercicio de derechos fundamentales como la participación ciudadana y el voto.
Estas prácticas se sustentan en modelos históricos que conciben la discapacidad como una “carga social” y la tratan como una patología, justificando la institucionalización involuntaria y la medicación forzada, especialmente de personas con discapacidad psicosocial, intelectual o múltiple.
La CIDH recuerda que la institucionalización involuntaria y el tratamiento sin consentimiento libre, previo e informado vulneran derechos esenciales, incluyendo la libertad y la capacidad jurídica. Naciones Unidas ha calificado la internación involuntaria como una práctica discriminatoria y una forma de detención arbitraria. Frente a esta realidad, los Estados deben revisar y modificar sus legislaciones civiles y de salud mental, y a establecer planes graduales de desinstitucionalización que permitan reemplazar instituciones cerradas por servicios ambulatorios y apoyos comunitarios inclusivos.
La CIDH reitera que todas las personas con discapacidad tienen derecho a decidir su propio proyecto de vida y a gozar plenamente de sus derechos humanos en igualdad de condiciones. Este enfoque exige políticas públicas integrales, participación activa de las personas con discapacidad en la toma de decisiones y la garantía de servicios de apoyo accesibles en la comunidad. Avanzar en esta dirección es clave para construir sociedades más justas, inclusivas y respetuosas.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actuar como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan a sus países de origen o residencia.
No. 206/25
2:00 PM